EN ESTE

Encendieron una fogata

>> Porque estaba lloviendo y hacía frío, pero al parecer se extinguía, y sucedió que un hombre llamado Pablo recogió un montón de leña y la estaba echando al fuego cuando una víbora que huía del calor se le prendió en la mano. Pero Pablo sacudió su mano y la serpiente cayó en el fuego, y él no sufrió ningún daño.<<

Quizás es mucha la coincidencia, pero esto es lo mismo que ocurre cuando nos estamos alimentando de conocimiento, de ideas, de meditación, dedicación y de muchas otras cosas, para llevar a cabo nuestras metas y propósito. (De esta manera le echamos leña al fuego que emerge adentro de nosotros). Es en ese mismo instante donde vienen los ataques de la vida y los de tu enemigo. Te diagnostican una enfermedad extraña, se te daña tu auto, o la sequía se apodera de tu nevera…

¡No dejes que se apague el fuego dentro de ti!