Ismael Espinosa
22 de febrero de 2024
La definición del miedo es sentir una emoción de ansiedad o preocupación por algo percibido como real. Aunque el miedo es una emoción desagradable, ten en cuenta que la emoción, en sí, no es negativa. El poder sentir emociones siempre es positivo; sean cuales sean. Sentir emociones es un indicador de que estás vivo y capaz de sentir diferentes emociones aunque algunos nos hagan sentir mal. A nadie le gusta sentir miedo. El miedo es una emoción que nos pone en un estado mental que no es normal.
Por otra parte, está el concepto llamado La Fobia. La página de salud llamada MedlinePlus, define este concepto de la siguiente manera: “Una fobia es un tipo de trastorno de ansiedad. Es un temor fuerte e irracional de algo que representa poco o ningún peligro real”. Aunque existen varias opiniones sobre este tema, esta definición fue la que mejor me resonó.
Es entendido por mucha gente que la fobia es el peor de los casos en lo que concierne al miedo. Está considerado como un trastorno y en su mayor parte es producido por algo o alguien que no llega al nivel de peligro que aquella persona cree que representa.
Se ha llegado a la conclusión de que toda emoción en el ser humano se divide en tres partes diferentes, que son el cerebro (los pensamientos), el corazón (las sensaciones), y el cuerpo (los impulsos).
Primero, tenemos los pensamientos que son esas manifestaciones instantáneas que aparecen con la emoción. Segundo, están las sensaciones que vienen al cuerpo como agitación o como respiración acelerada; dependiendo de la emoción indicada. Y por último, los impulsos que son los ímpetus que surgen, como el deseo de huir, llorar o algo oa alguien. La emoción del miedo conduce las reacciones en las tres partes de nuestro ser descritas anteriormente.
Cuando el miedo se apodera de nuestro ser, las reacciones surgen instantáneamente. Las consecuencias de permitir que el miedo se apodere de nosotros pueden ser muy dañinas porque el cerebro puede convertir nuestra psique con este miedo. Los resultados de no sobrellevar la emoción del miedo pueden llevarnos a ser pesimistas, desesperados o catastróficos. A la vez sentimos en el corazón las palpitaciones aceleradas, respiración corta, sudoración de las manos, escalofríos o temblores. Encima de esto, el cuerpo tiende a reaccionar para la huida; sea hacia adelante para enfrentar o hacia atrás para escapar.
Al igual que todos, yo he pasado por diferentes situaciones donde he sentido algún tipo de miedo. Está más que comprobado que el miedo trae consigo estrés y estrés, pero si no actuamos rápido la ansiedad también puede ser que se convierta en una depresión, o nos puede llevar a buscar algunos recursos que pensemos que nos alejan de esta emoción. Lo malo es que estos recursos pueden ser peores que el mismo miedo que sentimos. En ese caso está el consumo de tabaco, alcohol o cualquier otro tipo de drogas. Muchas veces caemos en esa trampa por tratar de evitar el sentir de diferentes emociones como el miedo al rechazo o miedo a la presión de grupo, mezclado con la emoción del miedo en sí que intentamos esconder. Esto también nos puede llevar a hacer cosas que no queremos hacer simplemente para parecer ser lo que en realidad no somos. Esas cosas que hagamos nos pueden poner en peligro porque por dentro sentimos el miedo que no nos permite hacer las cosas bien porque nos causa confusión.
Toda persona en este mundo está expuesta a sentir miedo o fobia en un momento u otro. Desde que el ser humano nace, empieza a desarrollar diferentes tipos de emociones. La ciencia lo define de la siguiente manera, “El ser humano desde que tiene conciencia de tal, ha tenido una serie de sentimientos innatos y uno de ellos, y quizás sea una de las características principales para su supervivencia, siempre ha sido el miedo”. .
El miedo puede ser de gran ayuda o puede ser un gran peligro. Todo depende de cómo lo usemos. El miedo puede paralizarnos en una situación de peligro, o puede empujarnos para atacar o huir, como lo había mencionado anteriormente. Ahora bien, nosotros somos responsables si nos dejamos dominar por él o trabajamos para dominarlo nosotros.
¿Cómo puedo evitar ser atrapado por el miedo? O ¿Cómo puedo evitar que me controle?
Siempre es muy recomendable que busquemos ayuda de un especialista, como lo es un psicólogo. También en otras personas que ya han salido de la trampa del miedo en la que te encuentras tú.
Lo primero que debemos observar es que el miedo puede ser producto de un deseo de superación o de una gran decisión que estás a punto de tomar. PERO, de lo contrario, puede ser producido por la falta de fe, tanto en ti mismo/a cómo en Dios. la Dra. June Hunt nos dice claramente sobre cómo y por qué el miedo nos domina. Veamos lo siguiente…
El temor nos domina cuando olvidamos lo que Dios ha hecho por nosotros y que tenemos a nuestra disposición su poder. El temor nos domina cuando olvidamos que Dios nos ha comprado y que le pertenecemos. El temor nos domina cuando olvidamos que Dios es nuestro ayudador. El temor nos domina cuando olvidamos que Dios es nuestro consolador. El temor nos domina cuando olvidamos que Dios es soberano sobre nuestras vidas y que él nos protege.
Entiendo que puede ser difícil salir de las garras del miedo, pero para Dios nada es imposible. Buscalo y aférrate a Él, él te dará las fuerzas para sobrepasar todo temor. Entregale tu vida y pídele que te ayude con tus temores. No hay nada más lento que su palabra, léela y confía en lo que estás leyendo. Dios no te creó para ser esclavo del miedo sino para que seas libre. Nunca tengas el miedo de pensar que Él no estará disponible para ti, Dios está esperando que nosotros vayamos a Él todos los días. Nosotros somos los que debemos tomar esa decisión.
Si usted es una de esas personas que logró encontrar la salida de esa trampa debe recordar que todo lo que dice una persona con miedo puede ser verdad, porque si esa persona le está comentando que siente miedo, es porque quiere salir de ello. Muchas veces se siente vergüenza cuando se tiene miedo, por eso debemos apoyar a esa persona para que se sienta confiada en sí misma. Debemos hacer preguntas para saber cómo podemos ayudar, nunca le des a entender a la persona que por su miedo es una persona tonta, es mejor darle seguridad y apoyo. Así podemos ayudarlo a enfrentar sus temores poco a poco, también es bueno felicitarle cuando nos demos cuenta que ha avanzado en el enfrentamiento con su miedo. Es muy importante saber cómo le hablamos a las personas, casi siempre lo que le dicen es que no hay nada de qué temer, estando esa persona convencida de que tiene miedo, y eso lo puede llevar a la frustración.
La biblia nos muestra que el miedo puede ser un espíritu, pero la Biblia también nos dice, “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”. (2 Timoteo 1:7). O sea, Dios está por encima de cada emoción, y no debemos dejar que el miedo nos sobrelleve y nos controle porque para combatir cualquier tipo de miedo debemos estar confiados en Dios y en lo que Él nos dice a través de su palabra. En la Biblia Dios nos repite que no debemos tener miedo 365 veces. Esto no es coincidencia; Dios sabe que el ser humano puede ser víctima del miedo y la fobia. Al Dios decirnos que no tengamos miedo 365 veces en su palabra sagrada, lo que quiere decir es que tenemos que recordar todos los días que Dios nos dice “No Temeráis”. Si nuestra fe está puesta en Dios, podemos tener la certeza de que Él nos puede liberar del control de esta emoción, pero primero debemos dar el paso de confiar en Él por encima de nuestros temores. Recuerda que tenemos un “No Tengas Miedo” para cada uno de nuestros días.