La Depresión

Un Monstruo Dentro De Ti..

Durante muchos años te has sentido contento y animado. Has sido muy concienzudo en el trabajo y te has preocupado por tu familia, haciendo muchas cosas en común con los demás. Has tenido muy pocas dolencias físicas. Pero ahora algo ha cambiado. Ves que te comportas de modo diferente. La gente que te conocen te dicen: “No eres el mismo. ¿Que te pasa?.

Encuentras difícil levantarte de la cama por la mañana; si tienes algunas responsabilidades con respecto a otros miembros de la familia no tomas mucho interés en ellas. Te has vuelto indeciso y aun olvidadizo. Parece que cuesta concentrarse. No tienes ganas de reír, la comida parece haber perdido el sabor, y la actividad sexual no tiene atractivo. Es como si te estuvieras encerrando dentro de ti mismo, no te gusta que los familiares o los amigos te digan nada; y no quieres hablar por teléfono ni asistir a reuniones de carácter social, que antes te gustaban tanto. Empiezas a cortar el contacto con los demás.

Es posible que tengas dificultades para dormirte, o bien te despiertas por la noche y te vas revolviendo por la cama hasta que amanece, molestado por pensamientos sombríos y negativos. O bien te pasas durmiendo 16 horas al día, o te duermes durante el día con frecuencia. No importa lo que duermas, siempre te sientes agotado. Tus ideas parecen sombrías. Es como si no hubiera manera de salir de las circunstancias presentes. tienes la impresión de que nadie se interesa por ti y tú tampoco te interesas en nadie. Todo pensamiento animado y positivo ha desaparecido. Es como si hubiera una nube negra encima de tu cabeza y te estaría siguiendo por todas partes. Es posible que hayas notado algunos cambios físicos. Tienes molestias o dolores vagos; Puedes creer que tienes alguna enfermedad seria.

Hay muchas otras indicaciones, pero si experimentando los síntomas descritos (o los has experimentado alguna vez), puedes tener idea de que estás (o estabas) padeciendo de algún desorden emocional, como lo es la depresión.

La depresión es un término que abarca los sentimientos que van desde un desánimo moderado hasta una intensa desesperación” (June Hunt).

La depresión es conocida psicológicamente como un trastorno del ánimo en el cual los sentimientos de tristeza, ira, pérdidas y frustración difieren en tu diario vivir durante un período de tiempo, mientras más tiempo duran estos sentimientos, peor se va poniendo la depresión, puede traer con ella el pensamiento de suicidio. Pero también podemos entender, que no siempre está ese pensamiento en las personas que padecen esta situación.

La depresión normal es la que proviene a raíz de una tristeza por una u otra razón de nuestra vida. En este caso las personas pueden realizar sus actividades normales. Es más difícil para nosotros, darnos cuenta de que una persona está sufriendo de depresión si está en esta etapa. Puede ser que todo se vea normal, pero en realidad está ese sentimiento incrementado poco a poco, y si lo dejan escondido sin tratarlo, puede ser que llegue a convertirse en una depresión mayor.

En medio de la depresión Normal la persona puede ir al trabajo sin problema, puede cocinar y hacer los quehaceres de la casa. La persona puede ir a la escuela y con un poco de esfuerzo puede hasta ir a fiestas con su amigo… A incluir este tipo de depresión, entre otros, podemos ver la cantidad de personas que están siendo afectadas en el mundo, según las estadísticas. que se han hecho en los últimos años, “el número de personas que la sufren a lo largo de su vida se sitúa entre el 8% y el 15%. 350 millones de personas sufren depresión en el mundo”.




La depresión puede llegar a hacerse crónica o recurrente y dificultar sensiblemente el desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria. En su forma más grave, puede conducir al suicidio.

La depresión sicótica es esa que conduce a la persona a evadir la realidad. Esta depresión difiere en tus tareas diarias por lo que causa en la persona una inmovilidad, y no hablo de una inmovilidad que no le permita moverse literalmente, sino que la persona decide no hacer nada de lo que hacía normalmente. En esta etapa la persona lo único que quiere es dormir en exceso o no dormir nada, comer demasiado o no comer nada. Con esta depresión la persona deja de disfrutar de todas las actividades. Se le hace difícil lavarse el pelo y hasta se le complica llevar a cabo esas tareas que ya estaban en su cerebro como piloto automático. Muchas personas llegan al punto de durar días y quizás semanas con la misma ropa y sin ducharse. Es trágico lo que puede pasar con una persona que esté pasando por este trastorno.

Es fácil percibir la depresión en una persona que siempre está triste y que refleja los síntomas ya mencionados, pero no siempre nos podemos dar cuenta cuando una persona está deprimida. Por ejemplo, tenemos el caso del comediante y actor Robin Williams, ganador de un Premio Óscar, cinco Globos de Oro, un Premio del Sindicato de Actores, dos Premios Emmy y tres Premios Grammy. Este hombre siempre llevó plasmada en su rostro una hermosa sonrisa e impactó a sus seguidores con sus ocurrencias, sacando de ellos una sonrisa y felicidad en todos sus eventos. Pero la vida de este gran hombre terminó con un suicidio. En el 2014 Según su publicista, Williams había estado luchando contra la depresión severa y pasó un tiempo en rehabilitación en julio, poco antes de su muerte.

Según las investigaciones que se han hecho, las mujeres son el doble más propensas que los hombres a sufrir de depresión por diferentes razones, una de las más comunes de este caso es que el cuerpo de las mujeres produce sólo la mitad de la serotonina que producen. los hombres, sin embargo, el estrógeno de las mujeres multiplica la cantidad de la serotonina para igualar el nivel de los hombres. Claramente aquí podemos ver el problema, si nos detenemos a analizar la producción de serotonina en la mujer. Cuando el nivel de estrógeno desciende, en algunos casos si no es suficiente para producir el nivel de serotonina que se necesita multiplicar, esto lleva a una reducción de hormonas, lo que provoca a la mujer pasar por un estado de depresión.

DEPRESIÓN POSPARTO

Por lo general todas las mujeres que tienen un bebé deben sentirse felices y emocionadas por su nuevo hijo. Pero cuando eso no sucede, la madre comienza a sentir una gran culpa y confusión. Este tipo de depresión puede afectar a la mujer durante y después del embarazo. Las madres pueden entonces desarrollar muchos síntomas inesperados.

Este tipo de depresión se conoce en tres maneras diferentes, dependiendo de la gravedad de la situación. Cada una de ellas experimentan muchos síntomas inesperados.

— LA TRISTEZA DEL PARTO —
Desde los tres a cinco días después del parto hasta dos semanas después, el 70% de las madres pasan por cambios repentinos de ánimo, llantos frecuentes e inexplicables, culpabilidad por no sentirse ligada a su bebé, enojo, cambios en los hábitos de comer o dormir y falta de concentración.

— DEPRESIÓN POSPARTO —

Al rededor de un 20% de las madres que han tenido un bebé recientemente experimentan la depresión posparto y se diferencia de la anterior en su duración y en la indiferencia debilitante que siente la madre hacia sí misma y su bebé. Ella siente demasiada preocupación porque siente que está mal en cuanto a los sentimientos de ser madre, también siente falta de interés en el hijo, indiferencia emocional, tristeza, fatiga. Y se aparta de su familia y amigos. La madre muestra poco o nada de amor por su bebé o por el resto de su familia, puede que pierda o gane peso al igual que la ansiedad o el ataque de pánico que la arropan.

— SICOSIS POSPARTO —

Este es un tipo de depresión que puede ser de vida o muerte, afecta solo a una de cada mil madres que dan a luz. Estas madres tienen pensamientos o hacen declaraciones extrañas, se sienten enojadas con el bebé y la familia, se critica ella misma por sus habilidades como madres. También puede llegar al punto de hacerse daño así misma o al bebé, puede que escuche voces o tenga visiones de espíritus malignos que atacan su capacidad de ser buena madre, puede tener alucinaciones de que el bebé está poseído por un demonio y esas alucinaciones le ordenan que mate al bebe.

  • Esto no es normal por mas bien que lo quieran explicar, hay principios espirituales que la gente no entiende… Cuando una mujer da a luz se abre una puerta espiritual, donde la mujer debe estar bien sobria y estar atenta a sus emociones ya los argumentos que entran a su mente, a veces la mujer se preocupa por como va a ser su vida ahora con un bebé, y muchas más cosas como esa…. Es muy extraño encontrar una mujer cristiana con depresión posparto, ya que generalmente al momento del parto su esposo o sus pastores y hermanos en la fe están orando e intercediendo para que todo salga bien. Yo como esposo y cabeza de hogar soy que debo tomar mi posición de interceder, reprender al diablo y cubrir a mi esposa en oración para que ese bebe venga en bendición y gozo.

Comentario. -Ariel Olmedo

Para concluir, me gustaría plantear una pregunta que nos conduzca a la solución a todo este problema, ¿Puedes tratarse la depresión con éxito? La respuesta a esta pregunta puede ser simple, como también puede parecer imposible, dependiendo de la persona a la que se le haga la pregunta. Pero vamos a ver qué nos dice la organización de profesionales de la psiquiatría estadounidense más influyente a nivel mundial, la American Psychiatric Association (APA).

La depresión es muy tratable cuando una persona recibe atención competente. Los psicólogos están entre los proveedores de salud mental con autorización para ejercer, y muy capacitados, con años de experiencia en el estudio de la depresión y ayudan a los pacientes a recuperarse de ella”

No cabe duda de que la depresión es un trastorno muy peligroso, pero como podemos ver, se puede trabajar con esa situación y tener el éxito necesario, siempre y cuando la persona afectada tome la decisión de buscar la ayuda de un especialista. Si el caso es con un niño o adolescente, los padres son responsables de trabajar con su hijo/a junto a un terapeuta. Debemos poner nuestro mayor empeño, aunque no seamos nosotros quienes estemos deprimidos, el ambiente en el que se rodea la persona con depresión es fundamental. La motivación de sus seres más cercanos, el amor que se le brinda es muy importante para ellos. Esto es en el área de la psicoterapia.

Podemos contar con medicamentos (fármacos), lo que quiere decir que se puede medicar, ya que en la mayoría de los casos esto tiene que ver con un descontrol de los neurotransmisores del cerebro. Todo depende del tipo de depresión que se le diagnostica a la persona, teniendo presente que la depresión puede ser provocada por causa del pecado, también puede ser hereditaria de nuestros padres. Yo entiendo que no somos culpables de lo que heredamos, pero en todos los casos debemos entender que tenemos la capacidad de tomar decisiones que nos ayudarán a salir de cualquier tipo de problema. Debemos ser muy valientes y tratar de buscar la solución en el lugar correcto, así como la buscó el rey David cuando pasaba por un tiempo de depresión. Él mismo se hizo una pregunta, pero también fue muy valiente en responder. “¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios!”: (Salmos 42:5-6).

Es de mayor importancia recordar que si ponemos nuestra confianza en Dios, él puede ayudarnos a salir de la oscuridad a la luz. Simplemente porque él es el único capaz de llenar gratuitamente esa necesidad que la depresión provoca dentro de nosotros. Así como el rey David tomó una decisión de confiar en Dios, nosotros también debemos hacer lo mismo y poner nuestra confianza en lo que dice su palabra. Es de suma importancia buscar ayuda psicológica y terapéutica. Pero sobre todo, poniendo nuestra confianza en Dios. Él es quien le da la inteligencia y la capacidad a esas personas que nos brindan su ayuda a través de la medicina. No esperes más, llénate de valentía y busca la ayuda necesaria para ese problema, habla con tu mejor amigo/a, con tus pastores, con tus padres o con tu doctor. Todos estamos rodeados de personas que nos aman y quieren ayudarnos.

Si tú no eres quien está padeciendo de depresión, pero tienes a alguien que cuenta con los síntomas que ya él mencionó, ve y háblale, dale amor y apoyo, y déjale saber que tú siempre quieres hablar con él o ella. Y lo más importante, nunca dejes de orar por esa persona. Esa persona ahora es tu responsabilidad y Dios siempre espera que nosotros hagamos lo correcto con las demás personas sin ninguna excusa. Esto lo podemos ver en el libro de proverbios cuando dice lo siguiente “Rescata a los que van rumbo a la muerte; detén a los que a tumbos avanzan al suplicio. Pues, aunque digas, “Yo no lo sabía”, ¿no habrá de darte cuenta el que pesa los corazones? ¿No habrá de saberlo el que vigila tu vida? ¡Él le paga a cada uno según sus acciones!” (proverbios 24.11-12). Siempre recuerda que hay personas a tu alrededor que Dios puso a tu lado con un propósito porque para Dios nada es coincidencia. ¡Levántate y Acciona!

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